El buen aislamiento térmico de una vivienda o edificio es muy importante para mejorar su eficiencia energética y conocer la clasificación de aislantes térmicos te permitirá conocer cuáles son los más apropiados según las características de tu proyecto. Y no sólo conseguirás mejorar la eficiencia energética, además se eliminan las condensaciones en el interior, se mejora el aislamiento acústico y aumenta el confort.
Una de las bases de la construcción sostenible es un buen aislamiento térmico, pues una parte considerable del consumo de energía procede de la utilización de sistemas de acondicionamiento, tanto para enfriar como para calentar los hogares.
Importancia del aislamiento térmico
Los aislantes térmicos se presentan en diferentes formatos que se adaptan a las necesidades de su vivienda para que el calor o frío que genere su sistema de climatización no se escape por las ventanas, paredes o techo.
Un edificio debe ser capaz de mantener el calor cuando el ambiente exterior es más frío que el interior y viceversa, mantener el frío cuando la temperatura exterior es más caliente que la interior.
Gracias a un buen aislamiento térmico reducimos el calor en el interior en verano, disminuyendo por tanto la necesidad de usar climatización de frío y reteniendo el calor en verano haciendo menos necesaria la utilización de la calefacción.
De esta manera, reducimos consumo energético y consecuentemente reducimos factura de consumo.
El mayor ahorro energético se logra aislando fachada y cubierta. De esta manera, aislar térmicamente es clave para reducir las emisiones en las ciudades y revalorizar los inmuebles. Además, una actuación de aislamiento térmico se amortiza en pocos años (entre 3 y 5) y no necesita mantenimiento durante la vida útil del edificio.
El clima, un factor determinante
Ya estemos en verano o en invierno, la temperatura varía muchísimo a lo largo de las 24 horas del día dependiendo de la zona geográfica por lo que las pérdidas de calor y frío de una vivienda o edificio dependerá mucho del clima exterior de la donde se encuentre ubicado.
Las características climatológicas de la zona determinarán el espesor del aislante térmico que escojamos siendo más gruesos en climas húmedos y fríos y más finos y zonas climáticas más cálidas.
Clasificación de aislantes térmicos
En el mercado existen muchos tipos de aislantes térmicos y según sus características y materiales se clasifican en:
- Aislantes minerales
- Aislantes sintéticos
- Aislantes ecológicos y sostenibles
- Aislantes reflectivos
- Fibras textiles
Aislantes minerales
Los aislantes minerales son los más utilizados y proporcionan un buen aislamiento térmico y acústico.
La lana mineral es un material compuesto por filamentos inorgánicos que conforman un tejido. Es un material muy ligero con muy buenas prestaciones como aislante térmico y acústico. Además, aporta una excelente protección contra el fuego al ser incombustible y no generar gases tóxicos al contacto con la llama.
Existen dos tipos de aislantes minerales:
- Lana de vidrio: Como su nombre indica, está compuesto por finas fibras de vidrio que al entrelazarse mediante procesos industriales van formando una malla.
- Lana de roca: elaborada fundiendo rocas basálticas. Es idónea en soluciones constructivas donde la resistencia al fuego es crítica.
Aislantes sintéticos
Son aquellos compuestos por materiales sintéticos como el plástico, los polímeros procedentes del petróleo y otros materiales sintéticos. Son muy efectivos térmicamente.
Existe la siguiente clasificación de aislantes térmicos sintéticos:
- Poliestireno expandido (EPS). Ofrece buen aislamiento térmico sin requerir demasiado grosor, es decir, requiere menor cantidad de material. No es recomendable su uso en suelos, por lo que se aconseja colocar en los tabiques o para rellenar huecos entre los mismos.
- Poliestireno extruido (EXP). Es el material más utilizado para aislar la temperatura de las casas. Similar al material anterior, pero resistente a la humedad y resistente a mucho peso sin deformarse. Además, se compone de unas paneles finas que ocupan poco espacio.
- Espuma de poliuretano (PU). Uno de los aislantes térmicos más utilizados. Puede utilizarse en forma de espuma o en forma de panel rígido. Presenta una buena conductividad térmica. Su uso es muy común en el interior de las paredes y en los falsos techos, o bien, como espuma a medida en cámara de aire o cualquier grieta que necesite ser rellenada.
Aislantes ecológicos y sostenibles
Son materiales naturales que proceden de células vegetales sin aditivos y respetuosos con el medio ambiente. Se componen de materiales biodegradables y reciclables.
Los materiales de origen natural más utilizados son:
- Corcho: es un aislante muy versátil que puede presentarse en diferentes formatos, como paneles de corcho prensado o proyectado para revestimientos o cubiertas, o bien como virutas que se utilizan para rellenar grietas o huecos.
- Lino: se recomienda para aislar tanto térmica como acústicamente. No es recomendable utilizarlo en ambientes húmedos.
- Celulosa: se compone de residuos de papel reciclados para reducir el impacto ambiental. Tiene una buena resistencia contra el fuego, y propiedades insecticidas y antifúngicas. Se emplea en los huecos entre techos y paredes, a modo de aislante térmico y acústico.
- Fibras de coco y algodón: son aislantes térmicos biodegradables que se emplean con forma de manta.
- Arlita, perlita y vermiculita: muy utilizados en la construcción tradicional ofrecen una gran protección frente al fuego.
- Lana de oveja: aumenta su capacidad de aislamiento cuando entra en contacto con la humedad, ya que de esta forma desprende calor.
Aislantes reflexivos
Son aislantes térmicos formados por capas de diferentes materiales que proporcionan un mayor aislamiento con un menor grosor de material. Además de este reducido espesor, se caracteriza por ser ligero y flexible, lo que facilita su instalación. Y todo esto a un precio muy económico
Los tipos de aislantes térmicos reflexivos más comunes son:
- Los compuestos por dos capas de aluminio y una base de burbujas o de espuma de polietileno entre dichas capas.
- Los aislantes térmicos reflexivos multicapa. Estos se componen por varias capas (film) de baja emisividad y varias capas de espuma o fibras naturales colocados de manera alterna.
Tanto si vas a realizar una obra nueva de una vivienda o edificio, como si vas a llevar a cabo una rehabilitación energética para mejorar su aislamiento térmico, puedes contactar con nosotros y te ayudaremos en el diseño y ejecución del proyecto seleccionando los mejores materiales de la clasificación de aislantes térmicos actual. De esta manera, optimizaremos el aislamiento térmico y reduciremos su consumo energético. A mayor aislamiento térmico, menor consumo energético y mayor ahorro.